LA HISTORIA
VIVIENTE
Dr. René Krüger
PERSONAJES: Abuela, Cristina, Juancito. María, José, Niño Jesús (de
dos años), Arcángel Gabriel, Profeta, Mesonero, Ángeles, Pastor 1,
Pastor 2, Simeón, Ana, Melchor, Gaspar, Baltasar, Herodes, Escriba,
Estrella, Soldado.
VESTIMENTAS: Abuela, Cristina y Juancito con ropa común. Todos los
personajes bíblicos con la ropa navideña tradicional. El chico o la
chica que lleva la estrella: vestimenta blanca.
REQUISITOS: Sillón y Biblia para la abuela. Vela grande para José,
pesebre, bebote envuelto en pañales, rollo (Escritura), regalos de
los Magos (oro, incienso y mirra). Estrella de cartón, forrada de
papel plateado o dorado, sujetada con un hilo a un palo. Gruta con
el pesebre.
Una gran Biblia con las páginas abiertas, como telón de fondo. Como
páginas: dos grandes rectángulos de listones de madera, forrados de
tela blanca y con los textos de Lucas 1,46-55 (el Magníficat) de un
lado y de Lucas 2,1-7 (el nacimiento de Jesús) del otro. Cada página
lleva un corte vertical en el medio y está suelta abajo. Los
personajes bíblicos están detrás de esta Biblia, y van entrando y
saliendo por los tajos.
Recuerdos para toda la congregación (tarjetas, golosinas, velitas,
ramita con adorno, etc.)
CUADRO 1
INTRODUCCIÓN
(ABUELA SENTADA EN EL SILLÓN, CON BIBLIA EN LA FALDA.
A SU LADO CRISTINA Y JUANCITO)
Cristina: Abuela, ¿qué puedo hacer? ¡Estoy aburrida!
Juancito: ¡Yo también estoy aburrido!
Abuela: ¿Cómo pueden decir eso? ¡Gente tan joven, y siempre
aburridos!
Cristina: No sé qué hacer. No tengo ganas de jugar, ya me cansé de
estudiar, a esta hora mis amigas no tienen tiempo para salir...
Abuela: Buscate un libro y leé algo. Hay millones de libros buenos...
Cristina: No, no me gusta leer.
Abuela: ¿Qué es lo que te gusta entonces?
Cristina: Algo que no sea aburrido, que tenga movimiento y música.
Abuela: Entonces les cuento una historia...
Juancito: A mí no me gustan las historias.
Abuela: ¿Cómo podés decir eso, si ni sabés qué historia les quiero
contar?
Juancito: Las historias siempre son aburridas. No tienen vida.
Abuela: Miren, les voy a contar una historia llena de vida,
movimiento, poesía y música.
Juancito: No hay historias así.
Abuela: Esperen. Primero tienen que escucharla.
Cristina: No empieces con los cuentos de hadas y de príncipes
encantados. Ya me cansé de eso.
Juancito: Tampoco digas: "Había una vez..."
Abuela: Les dije que primero tienen que escuchar. Después pueden
decidir si les gusta o no.
Cristina: ¿Cómo se llama tu historia?
Abuela: Se llama "La historia viviente".
Cristina: ¿Por qué ese nombre?
Abuela: Porque no es un cuento inventado, sino que habla de cosas
muy interesantes que ocurrieron realmente; y sobre todo, porque la
historia habla de todos nosotros.
Cristina: ¿Cómo? No entiendo nada.
Abuela: Es una historia que se mete en nuestras vidas. ¿En qué época
estamos?
Juancito: En Navidad. ¿Por qué preguntás?
Abuela: ¿Y qué se festeja en Navidad?
Juancito: El nacimiento de Jesús.
Abuela: ¿Y qué te dice ese nacimiento?
Cristina: Bueno... que hacemos una fiestita en la Iglesia y
recibimos regalos...
Abuela: ¿Nada más?
Cristina: Que Dios nos ama. ¡Ya está!
Abuela: ¿No les parece que la Navidad tiene que ver algo con
nuestras vidas?
Juancito: Sí... sí, creo que sí, pero no sé cómo explicarlo. ¡Yo me
entiendo!
Abuela: Entonces déjenme que les cuente una vez más toda la
historia.
Cristina: Bueno, dale.
CUADRO 2
LA ANUNCIACIÓN A MARÍA
Abuela: Hace casi dos mil años Dios mandó al ángel Gabriel a un
pueblo de Galilea llamado Nazaret, a visitar a una mujer virgen
llamada María.
(ENTRA MARÍA Y SE UBICA EN EL CENTRO).
Abuela: María estaba comprometida para casarse con un hombre llamado
José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde
ella estaba, y presten atención a lo que dijo:
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL Y SE DIRIGE A MARÍA)
Gabriel: ¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo.
Abuela: Cuando María vio al ángel, se sorprendió de sus palabras.
María: ¿Por qué me saludas así? ¿Qué significa tu saludo?
Gabriel: María, no tengas miedo. Tú gozas del favor de Dios. Ahora
vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo,
y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, para que
reine por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin.
María: ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
Gabriel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios
altísimo descansará sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va
a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios.
María: ¿Sí?
Gabriel: Sí. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo, a
pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos,
está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
María: Yo soy esclava del Señor, que Dios haga conmigo como me has
dicho.
(SALE GABRIEL)
Juancito: ¿Por qué Dios envió a Jesús?
Abuela: Para salvarnos. Dios quiere que él sea nuestro Señor y que
guíe nuestras vidas.
Cristina: ¿Podés explicarnos eso de "salvarnos"?
Abuela: Claro. Cristo nos salva del pecado, porque murió por
nosotros en la cruz. Y gracias a su perdón podemos vivir en amor y
en libertad.
Juancito: Qué interesante, ¡ese Jesús de la cruz una vez fue un nene
pequeño!
Abuela: ¿Vieron? La historia no es para nada aburrida.
CUADRO 3
EL MAGNIFICAT
Cristina: Seguramente María se alegró mucho porque iba a tener un
bebé. ¿Qué más dijo?
Abuela: Alabó a Dios, porque él mira a las personas humildes y
rechaza a los poderosos.
María: Mi alma alaba la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en
Dios mi Salvador.
Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava,
y desde ahora siempre me llamarán dichosa,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su
nombre!
Dios tiene siempre misericordia de quienes lo respetan.
Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos,
derribo a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes.
Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las
manos vacías.
Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con
misericordia:
así lo había prometido a nuestros antepasados, Abraham y a sus
futuros descendientes.
(SALE MARÍA)
Cristina: ¡Qué hermosas palabras! No las conocía.
Juancito: Me parece que Dios tendría que hacer eso unas cuántas
veces más.
Cristina: ¿Qué?
Juancito: Sacar a los reyes de sus tronos y poner en alto a los
humildes; llenar de bienes a los hambrientos y despedir vacíos a los
poderosos.
CUADRO 4
LA ANUNCIACIÓN A JOSÉ
Abuela: ¿Entendieron la cosa hasta aquí?
Cristina: Sí, todo esto lo entiendo. Pero, ¿qué dijo José cuando se
dio cuenta que María iba a tener un hijo? ¿La Biblia no dice nada
sobre eso?
Abuela: Ah, muy buena pregunta. Claro que la Biblia lo explica.
Escuchá, que te cuento lo que dice el Evangelio de Mateo. Les repito
que María, la futura mamá de Jesús, estaba comprometida para casarse
con José; y que antes que vivieran juntos, se encontró encinta por
el poder del Espíritu Santo.
(ENTRA JOSÉ Y SE SIENTA. QUEDA DORMIDO)
Abuela: José, su comprometido, que era un hombre justo y no quería
denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en
secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se
le apareció en el sueño.
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: José, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque
el hijo que va a tener es del Espíritu Santo. María tendrá un hijo,
y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su
pueblo de sus pecados.
Juancito: Ah, ¡de ahí viene lo del perdón de los pecados!
Abuela: Exacto.
(SALE GABRIEL)
Abuela: Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor
había dicho por medio del profeta.
Cristina: ¿Y eso? ¿Quiénes eran los profetas?
Abuela: Eran hombres que hablaban en nombre de Dios y anunciaban la
voluntad del Señor.
(ENTRA EL PROFETA)
Profeta: La virgen quedará encinta y tendrá un hijo,
al que pondrán por nombre Emanuel.
Cristina: ¿Por qué "Emanuel"? ¿Qué significa eso?
Profeta: Emanuel significa: "Dios con nosotros".
Cristina: ¿Y por qué lo llaman así a Jesús?
Profeta: Porque en Jesús, Dios llega a nuestro mundo y quiere estar
con nosotros.
(SALE EL PROFETA. JOSÉ SE DESPIERTA, PIENSA UN MOMENTO, Y LUEGO
SALE)
Cristina: Y después, ¿qué pasó?
Abuela: Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del
Señor le había mandado, y tomó a María por esposa. Pero no vivieron
como esposos hasta que ella dio a luz a su hijo, al que pusieron por
nombre Jesús.
Cristina: Esperá, ahí falta algo. No nos contaste cómo nació Jesús.
CUADRO 5
EL NACIMIENTO EN BELÉN
Abuela: Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera
un censo en todo el mundo. Este primer censo fue hecho cuando
Cirenio era gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a
su propio pueblo.
Juancito: ¡Qué lío, tanta gente viajando!
Abuela: Sí, así fue.
(ENTRAN JOSÉ Y MARÍA. JOSÉ CON UNA VELA APAGADA)
Abuela: José salió del pueblo de Nazaret de Galilea, y se fue a
Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era
descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María. Y
cuando estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz.
(ENTRA EL MESONERO)
José: (AL MESONERO) Buenas noches, señor. Busco un lugarcito donde
pasar la noche. Ya recorrimos todo el pueblo y no encontramos ningún
lugar donde podamos descansar.
Mesonero: Qué querés que te diga. Aquí tampoco hay lugar. Todas las
piezas están ocupadas.
José: Mire, mi mujer María está esperando familia y la criatura
puede nacer en cualquier momento.
Mesonero: Eso no es problema mío. ¿Por qué se largaron a viajar en
esta situación?
José: Tuve que venir a Belén por el censo...
Mesonero: Eso no me interesa. Arréglense como puedan. Yo no entiendo
nada de esas cosas, ni del censo ni de criaturas. Yo no quiero
problemas.
José: Yo no le traigo ningún problema. Sólo necesito un lugarcito
para mi mujer.
Mesonero: (ENOJADO) ¿Cuántas veces tengo que decirte que no hay
lugar? Váyanse al campo, allí hay algunas cuevas donde se refugian
los animales.
(SALE EL MESONERO)
(JOSÉ Y MARÍA BUSCAN UN LUGAR)
Abuela: Cayó la noche. José y María seguían buscando algún
lugarcito.
(JOSÉ Y MARÍA ENCUENTRAN UNA CUEVA CON UN PESEBRE. ENTRAN A LA
CUEVA. JOSÉ ENCIENDE LA VELA)
Abuela: Finalmente encontraron una cueva para animales. Y allí nació
su primer hijo, y María lo envolvió en pañales y lo acostó en el
pesebre.
Cristina: ¿Por qué lo acostó allí?
Abuela: Porque no había alojamiento para ellos en el hospedaje.
Juancito: Eso es más o menos como ahora, con tanta gente que no
tiene casa.
Abuela: Claro, justamente. Este mundo, que tiene tanto lujo y tanto
derroche, no tiene lugar para mucha gente humilde.
Cristina: En mi año hay un chico que siempre dice que sus padres no
lo quieren.
Juancito: Yo conozco a un anciano que vive debajo de un puente, ahí
saliendo de la ciudad.
Cristina: ¿Por qué hay gente tan mala y dura? ¿Nunca escucharon la
historia de José y María? ¿O será que Dios se olvida de los
necesitados?
Abuela: Al contrario. Vean cómo sigue la historia.
CUADRO 6
LOS PASTORES
(ENTRAN LOS PASTORES Y SE UBICAN EN EL CENTRO COMO PARA DORMIR)
Abuela: Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en
el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del
Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos, y tuvieron
mucho miedo.
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que
será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el
pueblo de David un salvador, que es Cristo, el Señor. Como señal,
ustedes encontrarán al niño envuelto en pañales y acostado en un
pesebre.
(ENTRAN LOS DEMÁS ÁNGELES)
Abuela: En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros
ángeles del cielo, que empezaron a alabar a Dios.
Ángeles: ¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los
hombres que gozan de su favor!
(SALEN TODOS LOS ÁNGELES)
Cristina: ¡Eso lo cantamos en los cultos!
Abuela: Exacto. Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los
pastores dijeron:
Pastor 1: Vamos a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor
nos ha anunciado.
Pastor 2: ¿Cómo vamos a dejar las ovejas solas a esta hora?
Pastor 1: Yo me pregunto por qué justamente nosotros recibimos ese
anuncio. Somos gente sin importancia, pobres y humildes. Los ricos
nos desprecian...
Pastor 2: ¿No habrá sido una simple fantasía?
Pastor 1: No, no lo creo. Mirá, todavía tengo piel de gallina. Yo
quiero ir a ver a ese niño.
(LOS PASTORES BUSCAN. FINALMENTE ENCUENTRAN LA GRUTA)
Pastor 2: ¡Aquí están! ¡Y ahí está el niño acostado en el pesebre!
Pastor 1: Se nos apareció un ángel y nos dijo que había nacido el
Salvador.
Pastor 2: Y que estaba envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Ahora sí lo creo.
Pastor 1: ¡Menos mal que nos animamos a buscar al niño! ¡Encontramos
al Salvador! ¿Puede haber algo más grandioso que esto?
(LOS PASTORES SE QUEDAN JUNTO AL PESEBRE)
Abuela: Así Dios transformó el miedo y las dudas de los pastores en
alegría y fe.
Juancito: Toda la gente debería hacer eso: buscar a Jesús.
Abuela: Sí, tenés razón. Aquellos pastores de ovejas, llenos de
trabajo y de preocupaciones, se decidieron a buscar a Jesús. Para
ellos, eso no fue pérdida de tiempo, como lo creen muchos.
Juancito: Conozco a un tipo que siempre dice que ir a la iglesia es
pérdida de tiempo; que la vida es muy cara, que la situación es tan
difícil, y que no tiene tiempo para Dios.
Abuela: Yo diría que no tiene ganas. No están convencidos de su fe;
porque el que siente algo en su corazón, siempre tendrá tiempo para
eso.
Cristina: Como María.
Abuela: Exactamente. María guardaba todo esto en su corazón, y lo
tenía muy presente.
Cristina: Es que ella quería al niñito Jesús.
Abuela: No sé cómo puede haber gente que no quiera a los chicos.
Cristina: ¿Y qué hicieron después los pastores?
Abuela: Los pastores volvieron a sus casas dando gloria y alabanza a
Dios por todo lo que habían visto y oído, ya que todo sucedió como
se les había dicho.
(SALEN LOS PASTORES)
Cristina: ¿Y esa fue toda su Navidad?
Abuela: Sí.
Juancito: Lo que yo no entiendo cómo mucha gente necesita tantas
cosas para festejar la Navidad.
Abuela: Todos los años pasa lo mismo: la gente prepara mil cosas,
compra regalos, limpia, cocina y arregla. Después pasa la Navidad, y
uno se pregunta qué es lo que hemos festejado.
Juancito: A mí me parece que tendríamos que tomarnos más tiempo para
Jesús.
Cristina: ¿Y cómo sigue la historia?
CUADRO 7
LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO
Abuela: A los ocho días le pusieron por nombre "Jesús" al niño, el
mismo nombre que el ángel le había dicho a María.
Cristina: ¿Y qué más hicieron?
(JOSÉ Y MARÍA SALEN CON EL BEBÉ DE LA GRUTA Y SE UBICAN EN EL
CENTRO)
Abuela: José y María tenían que llevar una ofrenda al templo de
Jerusalén y presentar al niño al Señor.
Juancito: ¿Por qué?
Abuela: Porque en la ley de Dios está escrito: "Todo primer hijo
varón será consagrado al Señor". Pero ahí no terminó la cosa.
(ENTRAN SIMEÓN Y ANA)
Abuela: En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba
Simeón. Era un hombre justo, que adoraba a Dios y esperaba la
liberación de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le
había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías enviado por
el Señor.
Cristina: ¿Qué es eso, el "Mesías"?
Abuela: El Ungido de Dios, el Rey Salvador. Bueno, Guiado por el
Espíritu Santo, Simeón fue al templo; justo cuando José y María
traían al niño Jesús.
(SIMEÓN TOMA EL BEBÉ EN SUS BRAZOS)
Simeón: Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu
siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has
comenzado a realizar ante los ojos de todas las naciones, la luz que
alumbrará a los paganos, y que será la honra de tu pueblo Israel.
José: ¿Qué es lo que estás diciendo?
Simeón: ¡Que Dios les bendiga! María, este niño está destinado a
hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal
que muchos rechazarán, para que las intenciones de muchos corazones
queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una
espada que atraviese tu propia alma.
(MARÍA SE QUEDA ADMIRADA)
Cristina: (SEÑALANDO A ANA) ¿Quién es esa abuelita?
Abuela: Ella se llama Ana. Habla en nombre de Dios y es hija de
Fanuel. Ya es muy anciana. Se casó siendo muy joven, y vivió con su
marido siete años. Hace ya ochenta y cuatro años que se quedó viuda.
Nunca sale del templo, sino que sirve día y noche al Señor, con
ayunos y oraciones.
Ana: (MIRA HACIA ARRIBA) Te doy gracias, oh Dios, porque me permites
vivir este momento. Por fin puedo ver al niño prometido. (SE DIRIGE
A LA GENTE) Yo les pido a todos ustedes que reciban a este niño. Yo
sé que todos ustedes esperan algo de él. Solamente en él van a
encontrar paz y liberación.
(SALEN SIMEÓN Y ANA. JOSÉ Y MARÍA VUELVEN A LA GRUTA CON EL BEBÉ)
Cristina: Me parece muy lindo que estos abuelitos quieran tanto a
Jesús. A mí me dan lástima los ancianos abandonados.
Juancito: Entonces nosotros tenemos que preocuparnos por ellos.
CUADRO 8
LOS MAGOS ANTE HERODES
Abuela: En ese tiempo Herodes era rey del país.
(ENTRA HERODES)
Abuela: Cierto día llegaron a Jerusalén unos magos del Oriente.
Ellos se dedicaban al estudio de las estrellas.
(ENTRA LA ESTRELLA, SEGUIDA POR LOS TRES MAGOS)
Melchor: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Vimos su
estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo.
Herodes: ¿Qué? ¿Cómo es eso? ¿Hay un nuevo rey, dicen?
Gaspar: Sí, tiene que haber nacido un nuevo rey. Lo anunció una gran
estrella.
Baltasar: Queremos verlo y adorarlo. ¿Dónde nació?
Herodes: Ay ay ay, eso no puede ser. Aquí yo soy el único rey. No
voy a tolerar que alguien me quite mi corona y mi trono.
Melchor: Pero es apenas un niño recién nacido.
Herodes: (ENOJADO) Yo soy el único rey, y basta. (SILENCIO) Ah,
esperen un poco. Lo pensé mejor. Que vengan los jefes de los
sacerdotes y los maestros de la ley.
(ENTRA EL ESCRIBA CON UN ROLLO)
Escriba: ¿Qué desea mi rey?
Herodes: ¿Dónde había de nacer el Cristo? ¿Sabés de lo que estoy
hablando?
Escriba: Claro, mi rey. El Cristo nacerá en Belén de Judea, porque
así lo escribió el profeta.
(ENTRA EL PROFETA)
Profeta: En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judea, no eres la
más pequeña entre las principales ciudades de esa tierra; porque de
ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.
(SALEN EL ESCRIBA Y EL PROFETA)
Herodes: Ay ay ay, ahí está. Tenían razón estos magos. Algún tipo
está preparando una revuelta, y ya tienen un nuevo rey. Eso no lo
voy a tolerar jamás. A ver, ¿qué puedo hacer? (PIENSA) ¡Ahí está!
¡Genial! ¡Ya van a ver! Que vengan los magos.
(SE ACERCAN LOS MAGOS)
Herodes: Miren, señores: ¿Cuándo vieron ustedes la estrella?
Gaspar: La primera vez fue hace algunos meses, digamos, hace medio
año.
Herodes: Perfecto. El nuevo rey había de nacer en Belén.
Baltasar: ¿Dónde queda eso?
Herodes: A una hora de viaje hacia el sur de Jerusalén. Vayan allá,
y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño. Y cuando lo
encuentren, avísenme, para que yo también vaya a adorarlo.
(SALE HERODES)
Cristina: ¡Qué rey bueno!
Abuela: Esperá. La cosa viene bien distinta.
CUADRO 9
LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS
Abuela: Con estas indicaciones del rey, los magos se fueron. La
estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta
que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.
(LA ESTRELLA VA HACIA EL PESEBRE. LOS MAGOS SIGUEN LA ESTRELLA)
Melchor: Miren, la estrella nos guió hasta el niño.
Gaspar: ¡Qué feliz me siento!
(LOS MAGOS SE ACERCAN, SALUDAN A MARÍA Y A JOSÉ, SE ARRODILLAN ANTE
EL BEBÉ Y LO ADORAN. LE DEJAN ORO, INCIENSO Y MIRRA. LUEGO SE
DUERMEN. SALE LA ESTRELLA)
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: Ustedes no deben volver donde está Herodes. Vayan a su
tierra por otro camino.
(SALE GABRIEL. LOS MAGOS SE DESPIERTAN)
Baltasar: Vámonos.
Melchor: ¿No vamos a decir nada más? Dejemos por lo menos algún
mensaje.
Gaspar: Sí, tenés razón. (A LA GENTE) Teníamos todo: poder, riqueza,
cultura, estudio, ciencia.
Baltasar: Creíamos que ya sabíamos todo lo que un ser humano puede
saber.
Melchor: Y de pronto apareció esa estrella y nos tiró todo abajo.
Gaspar: Esto fue lo más grandioso de nuestras vidas: encontrar a
alguien muy humilde, pero muchísimo más importante que nosotros.
Baltasar: Antes creíamos que valíamos algo por nuestra posición.
Ahora sabemos que valemos mucho porque nos ama el Rey del mundo.
Melchor: Esto cambió nuestras vidas. Aprendimos a apreciar a los
humildes, pobres y necesitados.
Gaspar: Dios nos convenció que el niño del pesebre era el rey de
paz.
Baltasar: Comprendimos que Dios mide las cosas con otras medidas que
nosotros.
Melchor: Nuestros regalos no son nada comparados con lo que él nos
regaló: su mirada de Salvador. Una mirada llena de amor y fuerza. Y
ahora nos vamos.
(LOS MAGOS SALEN POR LA PUERTA PRINCIPAL DE LA IGLESIA)
Abuela: ¿Vieron cómo son las cosas? Nadie es demasiado importante
como para no humillarse ante Jesús. Los magos no mezquinaron tiempo
ni sacrificios para darle una alegría a Jesús.
Juancito: ¡Y pensar que hay tantos que siempre tienen alguna excusa
cuando se trata de Jesús!
Cristina: ¿Y cómo siguió la historia?
CUADRO 10
LA HUIDA A EGIPTO
Abuela: Los magos hicieron lo que el ángel les dijo: volvieron a su
tierra por otro camino.
Cristina: ¡Pobre Herodes! ¿Por qué le hicieron eso?
Abuela: Porque el rey era muy envidioso y celoso, y sospechaba
siempre que alguien le quería quitar el trono.
Cristina: ¿Así que él no quiso adorar a Jesús?
Abuela: Claro que no. Cuando escuchó lo del "rey de los judíos que
ha nacido", tomó una decisión terrible.
Cristina: ¿Qué hizo?
Abuela: Cuando ya los magos se habían ido, un ángel del Señor se le
apareció en sueños a José.
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: José, levántate, toma al niño y a su madre, y huye a
Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a
buscar al niño para matarlo.
(CRISTINA SE ASUSTA. SALE GABRIEL)
(JOSÉ SE LEVANTA, TOMA AL BEBÉ Y A MARÍA, Y SALE CON ELLOS)
Cristina: ¿A dónde fueron?
Abuela: Se fueron a Egipto. Allí estuvieron hasta que murió Herodes.
Cristina: Así que eran refugiados.
Abuela: Sí. Jesús y su familia sufrieron mucho.
Juancito: Como los chicos de la calle, que también andan de un lugar
a otro.
Abuela: Por eso encontramos a Jesús en todas las personas que
sufren.
Cristina: ¿Y qué hizo Herodes?
CUADRO 11
LA MATANZA DE LOS NIÑOS
(ENTRA HERODES)
Herodes: (FURIOSO) ¡Me engañaron esos magos! ¡Me traicionaron! ¡Pero
ya van a ver! A mí no me van a embromar. No se me escapará este
niño. Terminaré con este pretendiente al trono, cueste lo que
cueste. ¡Soldados!
(ENTRA EL SOLDADO)
Soldado: Presente, mi rey. Usted ordene.
Herodes: Vayan inmediatamente a Belén y sus alrededores y maten a
todos los niños de un año para abajo.
Soldado: Lo que usted ordene, mi rey. (QUIERE SALIR)
Herodes: No, momento, esperá: maten a todos de dos años para abajo,
así lo agarro seguro. No puedo permitir de ninguna manera que ese
niño llegue a quitarme mi trono. ¡Vamos a ver quién manda aquí en mi
reino!
(SALEN HERODES Y EL SOLDADO)
Cristina: No puedo creer que hayan hecho eso.
Abuela: Lamentablemente fue así. Mataron a todos los niños de dos
años para abajo. Así se cumplió lo escrito por el profeta Jeremías.
(ENTRA EL PROFETA)
Profeta: Se oyó una voz en Ramá, llantos amargos y grandes lamentos.
Era Raquel, que lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada
porque ya estaban muertos.
(SALE EL PROFETA)
Abuela: Y pensar que eso se repite todos los días en nuestro mundo.
Mueren miles de chicos, de hambre, de enfermedades que podrían
evitarse...
Juancito: Y en accidentes...
Abuela: Pensemos también en los malos tratos que le dan a muchas
criaturas.
Cristina: ¿Por qué hay gente tan mala?
Abuela: No lo sé. Propongámonos no aumentar el dolor en el mundo,
sino el amor.
Cristina: Y Jesús, ¿se quedó en Egipto?
Abuela: No. La historia continúa.
CUADRO 12
EL REGRESO A NAZARET
(ENTRAN MARÍA Y JOSÉ CON EL NIÑO DE DOS AÑOS)
Abuela: Después que murió Herodes, un ángel del Señor se le apareció
en sueños a José, en Egipto, y le ordenó volver a su país.
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y regresa a
la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar al
niño.
(SALE GABRIEL)
(JOSÉ SALE CON EL NIÑO Y MARÍA POR LA PUERTA PRINCIPAL DE LA
IGLESIA)
Cristina: ¿Volvieron a Belén?
Abuela: No. Cuando supieron que Arquelao estaba gobernando en Judea
en lugar de su padre Herodes, tuvieron miedo de ir allá. Pero Dios
los hizo ir a la región de Galilea. Fueron a vivir al pueblo de
Nazaret. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijeron los
profetas: que Jesús será llamado nazareno.
Cristina: Ah, por eso dice en la cruz de Cristo: Jesús de Nazaret,
rey de los judíos.
Juancito: Me imagino que no es lindo vivir así: perseguido,
amenazado, y siempre con miedo.
CUADRO 13
FINAL
Cristina: En realidad, la historia de la Navidad no es para nada
aburrida. Realmente es una historia con vida. ¡Gracias, abuelita!
(A EXCEPCIÓN DEL MESONERO, HERODES Y EL SOLDADO, VUELVEN A ENTRAR
TODOS LOS PERSONAJES BÍBLICOS, TRAYENDO LOS RECUERDOS NAVIDEÑOS)
Profeta: (A LA GENTE) Llévense este recuerdo de nuestra fiesta de
Navidad. ¡Que Cristo ilumine siempre nuestras vidas!
(LOS PERSONAJES BÍBLICOS ENTREGAN LOS RECUERDOS A LA GENTE)
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