LOS PELIGROS QUE
AMENAZAN A LA JUVENTUD
La juventud es el mayor tesoro de una nación.
Mientras existan jóvenes habrá vida, energía y deseos de superación.
Dios ama a los jóvenes y es por eso que estubo dispuesto a pagar un
precio infinito por ellos, a saber la sangre preciosa de Su Hijo amado
Cristo Jesús. Dios desea que la juventud llegue a estar compuesta de
hombres y mujeres de corazón honesto, que estén preparados para
participar en Su noble obra y puedan estar capacitados para cumplir con
sus responsabilidades. Desafortunadamente, existe un enemigo que desea a
todas cuentas destruir a la juventud. Él no escatima esfuerzo alguno
para lograrlo. ¿Podrá evitar la juventud los peligros que la amenazan?
¿Cómo podrá lograrlo?
El Enemigo
2 Cor. 2:11
Satanás es el archi-enemigo de la juventud que desea engañarla.
Isa. 22:13 Muchos jóvenes, por influencia de
Satanás, han tomado una actitud totalmente desinteresada y relajada
hacía las cosas espirituales.
Gál. 6:7 Sin embargo, los jóvenes deben
tener en cuenta las consecuencias de sus actos.
Los Peligros
Prov. 1:10
La presión que colocan las malas amistades en los jóvenes tienden
a alejarlos del sendero del honor y la dignidad (ver Salmo 1).
Mat. 12:36, 37 El jóven cristiano debe
cuidar su habla. Ellas determinarán su destino eterno.
Prov. 23:29-32 Las bebidas alcohólicas han
llevado a muchos jóvenes a la ruina y la desgracia (ver Proverbios
20:1; 21:17).
Ecl. 11:9 Los vicios son un grave peligro
para la juventud. No sólo destruyen su felicidad presente sino su
porvenir eterno también (ver 1 Corintios 3:16, 17).
1 Tim. 2:9 Los jóvenes y señoritas deben
cuidar su arreglo personal y no tratar de imitar figuras del mundo
de la farándula (ver 1 Corintios 11:14).
Ayuda para Triunfar
Sal. 71:5
El Señor es la única esperanza y seguridad desde nuestra juventud.
Sal. 119:9 Él dió Su Palabra para que el jóven
limpie su camino.
1 Cor. 10:12 Es importante que el jóven no
se descuide sino que siempre esté en constante vigilancia.
Para Meditar
El diablo sabe cúan valiosa es la juventud en las
manos del Señor. Por eso es que está tratando de arruinarla por todos
los medios. Sin embargo, no hay que desanimarse porque Dios cuidará a
todo jóven que se lo pida. ¿Deseas pedirle ayuda a Dios para evitar
los peligros que se ciernen sobre la juventud? Lea Eclesiastés 12:1 y
Romanos 12:21.
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